Cordelia: Ha llegado el momento de proponeros un viaje. Tomemos un taxi discreto y acerquémonos a la estación de King Cross. Hay tres billetes con destino a Edimburgo con nuestro nombre. No debemos perder ni un minuto. La hora de salida es a las 15:30 . Nos resta media hora escasa para llegar. Tomemos un taxi de los estacionados enfrente.
Moriarty: ¿Por qué Edimburgo? ¿No podemos permanecer en Londres y averiguar los trazados del Plan?
Cordelia: Confía en mí. Ya tenemos concertada una reunión en la iglesia de Saint Mary en Edimburgo. Allí nos esperan los tres maestros del Claustro.
Y es allí dónde todas tus preguntas hallarán respuesta.
Sin embargo, querido amigo Carmine, tú debes permanecer en Londres. Debes esperar a la llegada de un vuelo con origen Estambul. En él viaja una persona que debe ser protegida en todo momento. Y nadie mejor que tú para encomendarle esa tarea.
Carmine: ¿Entonces para qué los tres billetes?
Cordelia: Los que nos están siguiendo deben creer que los tres nos dirigimos a Edimburgo. Así, tendrás las manos libres para poder acompañar a nuestro visitante.
Moriarty y Cordelia se acercaron a uno de los primeros taxis que estaban en fila. El conductor amablemente salió y les abrió la puerta trasera. Moriarty y Cordelia giraron la cabeza hacia la izquierda con un gesto, se despidieron de Carmine y dirigieron la mirada hacia el frente.
Carmine observó que un taxi se acercaba hacia donde él se encontraba. Poco a poco fue decelerando la marcha y se detuvo a su lado.
El taxista le preguntó: ¿Al aeropuerto de Londres, Señor?
Carmine se estremeció. Sin embargo asintió y entró en el vehículo. ¿Cómo podía saber su destino?
Desde España: José María Agüeros es abogado, trader y amante del arte.
En su faceta de escritor vocacional, cada lunes nos deleita con un nuevo capítulo de la apasionante trama de Essaouira, La Orden del Ibis Negro.