Emporio Armani se prepara para los Juegos Olímpicos de París

Giorgio Armani miró al este esta temporada para buscar influencias, modelos y música en Asia, en una bonita colección de Emporio Armani que presentó en su teatro de la moda el sábado por la noche.

 
Una colección que se recibió con un prolongado aplauso que se convirtió en estruendo atronador cuando varios miembros de los equipos paralímpicos y olímpicos italianos recorrieron la pasarela al final del desfile.
 
Ondeando banderas tricolores en rojo, blanco y verde, rodearon la deslumbrante pasarela negra, con Armani a la cabeza de los aplausos. Todos llevaban el uniforme oficial que ha confeccionado para los Juegos del año que viene en París. Un chándal icónico con la frase «W Italia» en la parte delantera, hecha con parches de satén, y las primeras palabras del himno nacional impresas en el interior del cuello de los polos y camisetas. En la parte interior de las chaquetas está la primera estrofa completa.

El desfile supuso la reconquista casi total del negro, que protagonizó el 70 % de la colección, aunque rivalizó con el dorado arena. Las propuestas de Emporio eran muy arregladas, tanto que a veces daba la sensación de tratarse de la colección de la firma Giorgio Armani. La última expresión del enorme cambio de mentalidad de los diseñadores italianos de moda masculina, que perciben el deseo de los hombres de vestir con más elegancia y formalidad.
 
El telón de fondo del desfile fue una gigantesca planta de ginkgo de color dorado arena, y cuya forma fue el leitmotiv de la colección. En los looks de apertura pudimos ver blazers, chaquetas de plumas y túnicas bellamente cortados y perforados con formas de pétalos de ginkgo. Los modelos desfilaron al ritmo de una banda sonora que incluía Indochine Waltz de Matteo Ceccarini.
 
En cuanto a formas, el doctor Armani cortó prendas sublimes y sueltas que ocultaban la musculatura. Sigue siendo un sastre superlativo y mostró chaquetas fluidas con un solo botón desplazado hacia un lado, un look imprescindible que tendrá una gran influencia. La gran novedad fue un maravilloso mono esmoquin.

Aparte del negro, el antracita y el gris lunar, Giorgio mezcló camisas de seda de color dorado arena con cuello Mao y estampó imágenes de fósiles de ginkgo en sudaderas perforadas. 
 
Casi toda la colección era apta para la noche, sobre todo los pantalones alargados con cordón, los chalecos de doble botonadura y algunas chaquetas de esmoquin magníficas, de nuevo con estampado de ginkgo. Esta planta de 250 millones de años que no florece y más conocida por sus fósiles, es un ejemplo de la continua búsqueda de la elegancia atemporal por parte de Armani.
 
«Pensaba en Asia, sí, pero también con un toque africano», señalaba Armani, luciendo un nuevo peinado hacia atrás que le hacía parecer 10 años más joven.
 
Después del desfile, Armani, que empezó a vestir a la selección nacional en 2012 con motivo de los Juegos Olímpicos de Londres, posó para los fotógrafos con una docena de deportistas.
 
«Quería crear prendas funcionales pero con estilo, diseñadas para llamar la atención y fomentar un fuerte sentimiento de pertenencia en nuestros deportistas», explicó Armani, un caballero de 89 años que sigue en la cima de su carrera.

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