Essaouira, La Orden del Ibis Negro
Capítulo LII
Moriarty ordenó a sus piernas que avanzarán la una detrás de la otra. Sus ojos
Moriarty ordenó a sus piernas que avanzarán la una detrás de la otra. Sus ojos
Un aroma dulce envolvió la atmósfera del vehículo. Moriarty se deslizó por un pasadizo mental
“Señores les ruego que se sienten y me entreguen sus maletines. También el sello de
Moriarty subió el tramo de escalerilla que le restaba para acercarse a la puerta de
Moriarty se abrió paso a través del estrecho camino que conducía a la terminal privada
Un aturdimiento feroz y un ruido de trueno de fin de mundo, como la campana
Pasos lentos y rítmicos en la habitación de al lado. Exactamente cada tres pasos se
El rumor de sillas y papeles detrás de unas de las paredes contiguas, rompió el
Moriarty sintió un fuerte peso en sus rodillas. Comenzó a tambalearse y a ver peligrar
Paulo Sacro Azariel X, Benedicto Hierofante II, Domenico Gamadiel Nono… Papas que nunca habían existido
Los tres se incorporaron en la estancia y un aroma envejecido les recubrió su cuerpo
Dos golpes con el puño en la puerta rompieron el silencio de la estancia. Una