La microbiota es variada y comprende una gran cantidad de microorganismos que se localizan en diferentes sitios anatómicos del ser humano. Como se menciona en la revisión titulada “Gut microbiota functions: metabolism of nutrients and other food components”, realiza numerosas funciones, tales cómo: síntesis de vitaminas, actividad enzimática, metabolismo de carbohidratos, proteínas y polifenoles. Lo antes mencionado no es de extrañar ya que muchos autores consideran la microbiota como el órgano olvidado.
Microbiota y disfunción del tracto urinario bajo
No hay duda que exista una asociación entre alteraciones de la flora intestinal y la salud genitourinaria, ya que como he mencionado previamente, tenemos una gran cantidad de microorganismos en diferentes zonas anatómicas y el sistema genitourinario no es la excepción. En la revisión sistemática “The role of Urinary Microbiota in Lower Urinary Tract Dysfunction”, analiza artículos publicados en diferentes bases de datos, los cuales reportan una asociación entre alteraciones del tracto urinario bajo y la microbiota.
Sus resultados mostraron variación en la diversidad de la microbiota intestinal entre pacientes sanos y pacientes con diagnóstico de trastornos del tracto urinario bajo.
En el artículo “The current evidence on the associations between the urinary microbiome and urinary incontinence in women”, mencionan que la evidencia sugiere interconexión entre la vagina y la microbiota, inclusive poder desarrollar una línea terapeutica con diferentes tipos de cepas benéficas (probióticos) para reestablecer el urobioma.
Las especies de Lactubacillus se han utilizado ampliamente para promover la salud vaginal con resultados variables.

Conclusión
En conclusión, hoy día sabemos que la orina no es estéril y que existe una fuerte relación entre alteraciones en la diversidad de los diferentes tipos de microorganismos y el desarrollo de enfermedades del tracto urinario.
En mi opinión, la evidencia cientifica es muy prometedora, no solo como punto de partida para nuevas investigaciones, sino también para desarrollar estrategias de prevención en infecciones recurentes mediante un estilo de vida saludable, consumo de prebióticos y probióticos especificos que le confieren un beneficio al huésped, particularmente a nivel genitourinario.
Algunas recomendaciones para mantener una microbiota sana son: consumir alimentos ricos en fibra, promover una dieta variada y equilibada, realizar ejercicio cardiovascular y de fuerza, dormir 6-7 horas y evitar sustancias que alteran la composición de la microbiota, estas incluyen: alcohol, tabaco, drogas, etc.

Edgar Ortega Tellez
Lic. En Nutrición y experto en Inmunonutrición. Reingenería conductual.

Nutriólogo certificado | Ayudo a pacientes a lograr sus objetivos, mejorar su salud y alcanzar un bienestar integral | Speaker | Coach nutricional | Inmunonutrición | Educación en Diabetes| Consulta en línea |
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