Reseña de El Asesinato de Platón, de Marcos Chicot

He sobrevolado Atenas. ¿Vosotros no? Eso es porque no habéis leído El Asesinato de Platón del autor Marcos Chicot, publicado por la Editorial Planeta. Yo sí me lo he leído y os voy a describir la sorprendente experiencia de vivir la Grecia del siglo IV a.C con los 6 sentidos, los 5 habituales y el sexto poder, el que nos otorga el autor.

*Al final del artículo tenéis la reseña en audio si lo preferís*



Marcos Chicot es licenciado en Psicología Clínica, Psicología Laboral y Económicas. Ha ganado premios tan prestigiosos como el Premio de novela Francisco Umbral, el Premio Rotary Internacional de novela y el Premio per la Cultura Mediterranea 2015 a la mejor novela publicada en Italia con el Asesinato de Pitágoras. ¿Cómo no iba a ganar este último si ha rescatado al crisol de la cultura de la Antigua Grecia del casi ostracismo literario?

El autor del Asesinato de Sócrates quedó finalista del Premio Planeta 2016 con ese mismo título. Tras “asesinar” a Pitágoras y Sócrates, aunque había otros candidatos, se dispuso a asesinar a Platón. Platón, ese filósofo que elevó las enseñanzas de sus maestros, viviendo con el profundo deseo motor de materializar al filósofo político y desterrar a sofistas demagogos, aniquiladores del espíritu crítico de las personas.

Como os decía, he sobrevolado Atenas a través del espacio y del tiempo, aunque también Esparta, Tebas y Siracusa, porque Marcos me lo ha permitido, porque ha creado esa existencia para mí, para vosotros, para todo el que lea su libro.

He sobrevolado la sabiduría, corazón de la filosofía platónica que late a lo largo de las más de 900 páginas del libro, y late porque sólo alguien que ama a Platón puede resumir su filosofía como lo hace Marcos, tomando la Idea matemática del Pentáculo como pretexto en un párrafo que acaba con un maravilloso:

No estaba imaginando algo con características físicas, estaba percibiendo el Pentáculo a través del intelecto, el órgano de percepción del alma.”

No os engañéis, estamos ante un thriller y así nos atrapará la lectura de El Asesinato de Platón, queriendo ir más allá y más allá en la trama. Sin embargo, cuando estéis llegando al final del libro, quizá os ocurra como a mí y antes de terminarlo, lo cerréis, emprendáis un último vuelo sobre la historia hasta llegar al momento en el que os encontráis, casi al final. Entonces, quizás sintáis todas las semillas que Marcos Chicot ha ido sembrando en vuestro cerebro. Así la pena por acabar el libro se convierta en una esperanza de materializar esa sabiduría adquirida a lo largo del tiempo de lectura.

Y tal vez ése sea el personaje principal de El Asesinato de Platón, el tiempo, el tiempo que el autor nos guía difuminando las fronteras entre recuerdo, vivencias y expectativas para que esas fronteras no sean un obstáculo, sino vasos comunicantes hacia la búsqueda de conocimiento.

Del Águila de Zeus a los ojos de Atenea

Desde la impecable portada de Planeta Arte & Diseño, el autor te permite ser los ojos de Zeus a través de un águila animal de poder de Platón, que le señala el camino en los momentos en que el filósofo necesita ver. Sin embargo, los ojos del águila son grises como los ojos de Altea, la mujer rodeada de enemigos con la que comienza el libro, la mujer privada por otra mujer de su objetivo procreador obligado en la cultura ateniense de esa época.

Los ojos grises de Altea son los su padre, Perseo, y también los de Deyanira, la mujer guerrera que se enfrentó a su propio marido. Esos ojos grises son también los de Atenea, la gran diosa griega de la sabiduría, de la estrategia y de la fuerza intelectual.

De los antagonistas evolutivos

Altea, con su etimología griega “αλθαια” /  Althaia que significa hierba curativa, encuentra su antagonista en la mujer que utiliza hierbas para hacer el mal. Así, de este modo está construida toda la trama, a través de personajes y sus antagonistas, que personifican, de una manera u otra, a los personajes de los mitos y conceptos de las enseñanzas de Platón.

La materialización de los contrarios tiene su máxima representación en las grandes batallas, magistralmente descritas por Marcos Chicot en las que nos proporciona todo lujo de detalles y a un ritmo cinematográfico, tanto del tablero de ajedrez que es la estrategia militar, como de lo encarnizado de la lucha cuerpo a cuerpo.

Y en todo ese antagonismo, tanto geográfico, como moral y ético, como temporal e ideológico se nos presenta al Batallón Sagrado de Epaminondas, justamente el filósofo guerrero empleando con éxito los entresijos del amor cercano al platónico, pero al servicio de la batalla.

De la filosofía como catarsis: los hijos de Platón

Representación de Platón por Gordon Johnson

La filosofía se nos muestra como catarsis en los personajes que eligen el camino de la virtud, de aquellos que buscan acercarse por ley natural o por aprendizaje a la Idea del Bien. Platón impulsa esa transmutación, siendo la personificación de su pensamiento filosófico. Platón nos da las armas a todos para que aprendamos a distanciarnos de la irracionalidad que puede invadirnos ante un suceso trágico o inesperado. Para afrontarlo hemos de alimentar el alma. De ese modo, Altea aprende a superar los golpes que le da la vida y es ella misma la transmisora de esa enseñanza a Eurímaco.

“Atenea protectora, aplaca a tu hermano Ares, dios de la guerra”  Rezaría Altea. Y será ella quien propicie la evolución de su propio hermano en la historia.

Inevitablemente, como lectores iremos estableciendo analogías con nuestras propias vivencias, intentando descubrir los pasos para reconocer qué utilizar como catarsis en nuestras vidas. Así nos convertiremos en los hijos de Platón, como somos hijos en el Mediterráneo de la cultura griega antes que de la romana.

De los simposios y la erótica de la perversión de los placeres

En El Asesinato de Platón asistimos a los suntuosos banquetes griegos en los que las mejores cocinas se disputaban el prestigio de la buena mesa y la mejor diversión. Empleando la figura de “mise en abîme” de los simposios de las obras de Platón, el autor expone su filosofía de una manera amena, didáctica y accesible para legos. Estas interveniones apoyan y potencian la intriga de la novela así como la evolución de los personajes.

Dependiendo del grado de virtuosismo de unos y otros, los banquetes pueden resultar preciosos despliegues de debates intelectuales o manifestaciones de los más perversos placeres, escenificaciones del abandono de las apariencias donde los comensales se entregan a su verdadera naturaleza.  Una naturaleza irracional y voraz, que una vez desatada es irrefrenable; lo veremos en uno de los personajes que más evoluciona hacia el mal.

De la esclavitud

Uno de los temas que se exponen en El Asesinato de Platón es el de la esclavitud, tanto de esclavos comprados y vendidos pero que conservan su identidad y honran sus orígenes, como los esclavos de sí mismos, que en cambio traicionan a sus raíces.

En cuanto a los primeros, Altea llegará incluso a sentir náuseas al darse cuenta del poder que tienen los amos sobre los esclavos. Platón a su vez, en cuanto a la esclavitud a la que podemos someter nuestra alma, expondrá que “… las acciones injustas degradan la unidad del alma, corrompen su orden, y hacen que todo individuo pase de ser dueño de sí a esclavo de sí mismo.

A modo de conclusión

Si se me preguntase sobre una imagen de la obra me quedaría sin duda con dos, ambas parten del mismo elemento y llegan al mismo destino.

La primera es el barro con el que se impregna Platón en los barracones de Siracusa. La segunda es el horno de Perseo y a él, a Altea o a Eurímaco trabajando  la arcilla, haciendo que el agua, el aire y el fuego conviertan el barro en una obra de arte.

Podríamos seguir y seguir y necesitaríamos mucho tiempo para profundizar en El Asesinato de Platón, pero la mejor manera de adentrarse en él es leyéndolo.

Leedlo si buscáis un thriller histórico estimulante, leedlo si queréis vivir la Grecia Antigua como si participaseis de ella, leedlo si os interesa cómo se hacía el vino en la antigua Grecia y qué caldos eran los más reputados, qué recetas se cocinaban y cómo o qué escultores se alababan. Leedlo para saber de supersticiones griegas, para disfrutar con la estrategia militar e intelectual. Leed El Asesinato de Platón para aprender, por qué no, a amar la filosofía y desarrollar así vuestro espíritu crítico.


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